Efraín Salas
Master en mundiología
Efrain, promoción ESEP 1982, es un amante de la belleza y él es para la moda lo que Gastón Acurio es para la gastronomía. Actualmente es director general y productor de Lima Fashion Week (LIF WEEK), la plataforma que permite a los diseñadores peruanos mostrar sus propuestas al mercado local y al mundo, y contribuir así con el desarrollo de la industria de la moda en el país. Además, es diseñador y productor de eventos que van desde una cena íntima hasta la gala de un gran acontecimiento. Su dedicación por los detalles desde el delicado aroma de las rosas hasta el resplandor de la luz de las velas hace que cada momento sea mágico.
¿Cómo empiezas en el campo de la moda y, sobre todo, en la industria de la moda tan ignorada en Perú?
Estudié derecho en la Universidad Católica y trabajé poco tiempo en esta profesión. En el camino fui encontrando otras pasiones que me interesaban desarrollar, como la fotografía artística – una idea que nació en el colegio – y puse énfasis en la fotografía de moda. Adquirí experiencia en Alemania, España y Francia y regresé al Perú cargado de proyectos. Me di cuenta de que en Perú no existía un medio donde publicar las fotos de moda que yo quería hacer.
Busqué algunas alternativas y convencí a mis amigos de El Comercio para publicar una revista que se llamaba Revista Maniquí, una publicación cada cuatro meses y llena de fotos. Me involucré cada vez más en la producción y me di cuenta que faltaba publicidad de moda; es decir, no había una agencia que se especializara en moda. Entonces, con dos amigos creamos una agencia de publicidad llamada Tres y punto y nos dimos cuenta que faltaban productoras. En esa época nadie producía nada relacionado con la moda y el retail. Así nace la productora Lifestyle Advisors & Event Design y como un negocio paralelo compramos la franquicia de la agencia de modelos Casablanca. A finales de los 90 recibí una oferta para trabajar en el grupo Falabella como gerente de imagen para las cuatro tiendas que había en Perú, sin tener que dejar de lado el trabajo de mi productora. Luego de 13 años, Falabella tenía 23 tiendas y nuestro departamento que empezó con 2 personas tenía más de 200 empleados. En ese momento decidí bajar un poco las revoluciones y dedicarme a mi persona y mi familia.
Seguí ligado a la producción y a la moda ya que es mi pasión y fui testigo del desarrollo de los diseñadores locales. A inicios del milenio hubo diseñadores jóvenes que regresaban al Perú luego de haber estudiado en el extranjero. Gracias a la estabilidad económica, se da paso al crecimiento enorme de retail y por ende al desarrollo de marcas locales y talleres de jóvenes diseñadores. Fue madurando la idea de la necesidad de contar con una plataforma que pudiera presentar a todos ellos juntos y no – como lo estaban haciendo – por separado. Cada uno organizaba su desfile, pero conseguir financiamiento individualmente era complicado y así nació la idea de producir LIF Week (LIma Fashion Week). El grupo Falabella me apoyó, vio en Fashion Week una plataforma para acercarse al público. El evento fue creciendo y hoy me dedico casi todo el año a la organización de LIF buscando auspiciadores y diseñadores locales, invitamos también a participar a diseñadores extranjeros y promovemos así que la moda peruana sea cada vez más trascendente a los ojos internacionales.
También te dedicas a organizar eventos corporativos y privados con bastante éxito. ¿Cuál es tu fuente de inspiración?
Me nutro de muchas fuentes, leo compulsivamente, miro libros fotográficos, asisto a diversos eventos culturales y viajo muchos. Esta constante absorción de cultura me permite crear cosas novedosas. Las personas que tenemos trabajos creativos estamos en constante búsqueda de fuentes de inspiración y sufrimos un poco de una sobrecarga de imágenes. Tengo los sentidos abiertos a todo tipo de arte: peruano, africano, inglés, italiano, francés, colombiano desde el cine, teatro, jazz, ópera hasta el ballet. El Humboldt, por lo menos en mi época, tenía una formación cultural tremendamente amplia, fomentando así mi desarrollo artístico.
El mejor master que alguien puede hacer es un master en mundiología. Me encanta vivir en Perú, me siento muy a gusto, disfruto de la comodidad que ofrece este país. Pero cuando viajas se tiene una visión amplia del mundo globalizado. Hoy en día cada vez somos menos peruanos, chinos o alemanes sino ciudadanos del mundo. Si no viajas no conoces lo que está pasando de verdad, a pesar de que internet facilita la información. Es importante poder comparar las cosas de una forma más vivencial.
La página web de Efraín es www.efrainsalas.com. Una súper noticia: Efraín nos ha ofrecido ayudarnos a organizar la fiesta de reencuentro de ADECH cuando cumplamos 65 años en el año 2017. Será un honor.