Raúl Villavicencio

Raúl Villavicencio

Raúl Villavicencio (prom 2011 del Instituto Humboldt) incursionó en la rama aeronáutica en el año 2013 al trabajar para Lufthansa Technik en Hamburgo. Lufthansa Technik se encarga de la inspección, reparación y mantenimiento preventivo de aviones y componentes aeronáuticos (MRO Services).

Llegué a LHT a través de Argo Aviation, una empresa de reclutamiento de personal. Durante los primeros dos años y medio trabajé en el equipo de atención al cliente para servicios de inspección, reparación y mantenimiento preventivo; como enlace entre diversas aerolíneas y nuestros talleres de mantenimiento. No fue difícil, pues los alemanes son muy ordenados, metódicos y detallistas; tienen un reglamento, un formulario y una capacitación para todo. A inicios del 2016 dejé el equipo de atención al cliente pasa asumir un proyecto dentro del área de mantenimiento de estructuras y fuselajes. Entre otras tareas, estuve a cargo de una propuesta para optimizar el cálculo de costos y el control de inventarios. Incluso viajé a otra de las filiales de Lufthansa Technik en Sofia, Bulgaria, para exponer los resultados del proyecto y capacitar a un grupo de trabajadores para asumir las labores de control y cálculo. El proyecto duró medio año y luego fue necesario reajustar algunos planes.

Actualmente estoy trabajando para Zodiac Cabin Controls, productor de equipos de control, sistemas al vacío y lavatorios para aviones y Lufthansa es uno de nuestros clientes. ¡Aún sigo en contacto con mis antiguos colegas!

Desde octubre 2016 estoy estudiando simultáneamente una maestría en administración de empresas (MBA) en la Nordakademie. Mi objetivo es asumir un cargo de mayor nivel dentro del rubro aeronáutico una vez que concluya los estudios en 2018.

Raúl Villavicencio

La universidad tiene como objetivo brindar al estudiante una herramienta que le permita desarrollarse profesionalmente. Sin embargo, antes de terminar la carrera, siempre tuve la sensación que me entregaban una herramienta sin manual de instrucciones de uso. Dentro de mis planes, siempre estuvo vivir y trabajar en Alemania, pero en ese momento no me sentí preparado para viajar. El Instituto Humboldt hizo útil esta herramienta; la potenció y adaptó a la realidad alemana. Hice mi formación como técnico en comercio y producción y realicé mis prácticas pre-profesionales en BASF Peruana. Ahí aprendí a entender el funcionamiento de una empresa como una entidad y no como un mero conjunto de áreas; pude aplicar directamente lo aprendido en el Instituto y, al mismo tiempo, encontrar respuestas en el Instituto a las preguntas que surgían en el trabajo. Sin embargo, lo más importante es que el Instituto me abrió las puertas a la vida laboral en Alemania. Las prácticas y el título fueron reconocidos sin necesidad de trámites engorrosos. En mi caso, después de la universidad, busqué especializarme en un rubro y el BBZ me ofreció el impulso necesario para encaminarme al mundo de los negocios. En el caso de mi esposa, Angiella, se dio el proceso inverso. Ella optó primero por la carrera de comercio internacional para encontrar su lugar dentro del rubro y, al estar segura, decidió complementar con una carrera universitaria en Alemania. A los dos, el BBZ nos abrió puertas que nos han llevado muy lejos.

Im Norden, im Süden, wo es nur immer ist,
vergiss nie, dass du ein Humboldtschüler bist.