Geert Armin Ehlers
¡Por la educación recibida en Lima, las compañías me abrieron sus puertas!
Armin Ehlers (1982), se ha jubilado este año después de 27 años de haber trabajado para Lufthansa Cargo en Canadá, donde ascendió hasta la gerencia general. Inició su carrera profesional al estudiar Comercio Internacional en el Instituto Humboldt, en aquel entonces Middendorf, y realizar sus prácticas en Lima en la naviera La Hanseática.
¿Cómo llegaste de La Hanseática a la gerencia de Lufthansa Cargo en Canadá?
En 1988 decidí trabajar en Canadá. Mi primer trabajo fue con la Naviera Maersk en Toronto. Después de un año empecé en Lufthansa. ¡Gracias a la educación que había recibido en Lima, estas compañías me abrieron sus puertas! Me inicié como agente de carga en Toronto. Después me transfirieron a Vancouver como supervisor. De ahí apliqué para una posición como gerente en Portland, Oregon, y luego en Seattle. Después de seis años en los EE.UU, regresé a Canadá como gerente encargado de Vancouver, Calgary y Edmonton. En mi último año tuve la oportunidad de regresar a Toronto donde había empezado en 1990.
¿Cuál fue tu experiencia laboral más gratificante y cuál la más difícil?
Lo más gratificante fue trabajar para una compañía que te ofrece un horizonte sin límites y donde tienes acceso al mundo entero. Aquellas alas me llevaron a conocer muchas culturas, incluyendo muchísimas visitas a Hamburgo, donde vive mi familia. Los momentos más duros fueron los cambios en la industria área y la economía mundial, porque afectan a nuestros empleados.
Alejandro Arias, también exalumno, es Gerente de LH Cargo en Alemania. ¿Se conocieron en el colegio o se encontraron en la misma ruta?
Alejo y yo estuvimos en la misma clase por algún tiempo. Nos encontramos en una de las juntas internacionales en Frankfurt después de casi ¡tres décadas! A él lo reconocí inmediatamente. Yo sabía que en aquel entonces él era gerente en Tokio. La pasamos muy bien recordando nuestras épocas en el Humboldt, Lima.
¿Qué fortaleza tiene Lufthansa Cargo para que te hayas quedado 27 años con ellos?
Siempre me sentí como parte de la familia, como decimos coloquialmente, un Lufthanseat.