Sebastian Montestruque
¡Una mente que vuela lejos!
Sebastian pilotea un avión para una de las aerolíneas más grandes del mundo, con base en Dubái y ganadora del premio Airline of the Year 2016 otorgado por la consultora aeronáutica Skytrax. Suena exótico, ¿no? Por eso quisimos entrevistarlo para que nos cuente cómo un exalumno de un colegio peruano alemán trabaja en el Medio Oriente, en un mercado competitivo. A continuación nos cuenta sus logros:
“Luego de graduarme del Abi hice prácticas por 2 meses en un hangar de mantenimiento aeronáutico en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, donde tuve la oportunidad de conocer a profundidad los aviones Jet. Valoro mucho esta experiencia porque lo que ahí aprendí serían los cimientos para mi posterior carrera como piloto. Al culminar mis prácticas trabajé con mi papá, que es ingeniero electrónico y tiene la representación de diferentes marcas de equipos utilizados en la industria textil. Con él aprendí muchas cosas: desde el trabajo de oficina hasta asistir en reparaciones de equipos y maquinaria industrial. Finalmente, en octubre del 2008 viajé a Buenos Aires, Argentina donde obtuve mi licencia de piloto comercial para poder volar en una aerolínea en el Perú.
En julio de 2010, en Lima, comencé a trabajar para la LanPeru (ahora LATAM) y durante 5 años operé rutas desde Lima a diferentes destinos en América y Europa. En agosto de 2014, me matriculé en PanAm international Flight Academy en Miami y obtuve mi licencia de Piloto de Transporte de Línea Aérea o ATP por sus siglas en inglés. Es la licencia máxima para pilotos civiles y un prerequisito para volar en muchas aerolíneas en el extranjero. Al año siguiente postulé a mi actual aerolínea y luego de una preentrevista por teléfono me invitaron a un proceso de selección en Dubái durante cuatro días, donde rendí exámenes sicológicos, teóricos, prácticos y médicos, y que pasé satisfactoriamente.
Actualmente vivo en Dubái y soy primer oficial a bordo del Boeing 777 volando a más de 140 destinos alrededor del mundo. He aterrizado en los 5 continentes y puedo decir que he cumplido una de las metas profesionales en mi vida. Paralelamente estudio un Bachelor of Science in Aviation Management en el Worldwide Campus (online) de la universidad aeronáutica Embry Riddle de Florida, con miras a un trabajo administrativo en la rama aeronáutica.”
¿Cuál fue tu primer vuelo como piloto y por qué postular a un trabajo en un lugar tan lejano como el Medio Oriente?
Mi primer vuelo comercial fue un vuelo desde Lima hacia Buenos Aires en el año 2010. Fue una experiencia gratificante regresar a la ciudad donde completé mi entrenamiento como alumno piloto a bordo de un avión pistón con capacidad para dos pasajeros. Solo que esta vez volaba un avión de 186 toneladas de peso máximo de despegue y con una capacidad para 220 pasajeros.
Aunque estaba feliz volando para una de las mejores empresas de trasporte aéreo en el Perú, siempre tuve la meta de volar en el extranjero. La formación integral y amplia que recibí en el Humboldt fue un factor que contribuyó a tener una mente siempre abierta al cambio.
En la actualidad las aerolíneas del Medio Oriente ofrecen la oportunidad de volar a mas de 140 destinos alrededor del mundo incluyendo destinos con temperaturas de mas de 40 grados centígrados en verano como Doha y destinos como Munich con temperaturas de -12 grados centígrados y nevadas frecuentes durante el invierno. Esto constituye un desafío para un piloto. Hay que entrenar constantemente y refrescar la teoría para poder operar siempre de manera segura. Ahora vuelo un avión grande con una capacidad de hasta mas de 400 pasajeros (dependiendo de la configuración de asientos) y opero vuelos de 40 minutos, como también de mas de 16 horas sin escalas.
¿Cómo es la política de recursos humanos en la empresa donde trabajas?
La empresa emplea a profesionales de mas de 100 nacionalidades diferentes lo que implica un gran desafío para el equipo de recursos humanos. En el departamento de operaciones de vuelo la mayoría de personas llega para hacer carrera. Lo normal es que los pilotos se queden en promedio 15 años y luego regresen a sus países de origen o incluso emigren a otros. Los beneficios obtenidos son muy buenos; la empresa es consiente que no es fácil mudarse de país y por eso nos brinda muchas facilidades y otorga beneficios como hospedaje, transporte desde y hacia el centro de trabajo, descuentos en múltiples establecimientos, desde restaurantes hasta tiendas por departamento, etc. El objetivo es que los trabajadores extranjeros tengan una vida mas tranquila y puedan adaptarse en el menor tiempo posible a vivir en Dubái.
¿Cuál ha sido tu experiencia personal en Dubái?
Desde el inicio siempre he recibido un trato cordial y respetuoso, tanto en el trabajo como en los lugares públicos. Las personas en Dubái son muy hospitalarias. Para la cultura árabe, la familia es muy importante y es la base de sus relaciones sociales. Dubái es un lugar multicultural donde Oriente y Occidente conviven en armonía.
¿Has podido compartir tu experiencia profesional con otros exalumnos?
Sí, en la compañía donde trabajé anteriormente muchos pilotos éramos ex alumnos del colegio y tuve el honor de poder volar con algunos de ellos, incluyendo a los capitanes Christian Hamann, Emil Oliva Noeding, Juan Daniel Lizarraga (Prom 2005) y los primeros oficiales, Sebastian Bittrich (Prom 2006) y Teresa Vargas (Prom 2007).