Chocolate de exportación con premios internacionales

Oliver Eggers Abendroth es exalumno de la promoción 1998 y licenciado en Administración Hotelera de la USIL. En 2013, nació su hijo Liam y también la oportunidad de enrumbar hacia nuevos caminos. Es así que en el 2014 inicia la aventura de mudarse con su familia a la selva peruana y apostar por el cacao. Decidieron sembrar cacao fino en el distrito de Chazuta, ubicado en el departamento de San Martín, a 1 hora de la ciudad de Tarapoto. Ahora cuentan con una plantación de 15 hectáreas de cacao en producción. Parte del enfoque que tienen se orienta a la conservación del medio ambiente. Es así que protegen los bosques que están en su terreno y se esfuerzan en transmitir la importancia del cuidado de los recursos que nos brinda la naturaleza. También reforestan con árboles maderables y frutales nativos de la zona.

Hacer cacao de calidad fue un reto: la realidad siempre es diferente a lo que uno espera y, para esto, se debe llevar a cabo la fermentación y secado de todos los granos de cacao después de la cosecha. Este proceso se llama poscosecha y es el que le otorga valor agregado a nuestro producto. Estos procesos se desarrollan en la central de beneficio, que es parte de su hogar, donde supervisan de cerca el proceso de poscosecha, haciendo uso de su laboratorio, con lo cual llegan a obtener los perfiles de sabor deseados para la elaboración de chocolates.

La dedicación al cacao llevó a Oliver y a su esposa a elaborar su marca de chocolates Nina, en la que plasman la visión de esa parte de la Amazonía y del pueblo de Chazuta. Para la elaboración del chocolate, se tiene que tostar el grano de cacao, proceso en el cual se determina el perfil sensorial que tendrá el chocolate; luego, se descascarilla el grano y pasa a molienda. Una vez que se obtiene el grano molido, se lo coloca en la máquina denominada "conchadora", la cual refina y bate la pasta de chocolate con los demás ingredientes que uno le adiciona. Cuando culmina este proceso, el chocolate continúa a temperado, lo cual le da la textura y brillo deseado para ser moldeado en deliciosas barras.

Durante el primer año de lanzar sus chocolates al mercado, Oliver decide presentarse al International Chocolate Awards, donde logra ganar dos medallas en la competencia de las Américas en NY para su chocolate de 70% cacao + nibs y el de 85%, con lo que obtuvo la medalla de plata y bronce, respectivamente. Luego, se presentó a la Final Mundial en Londres, donde resultó ganador de una medalla de plata para el chocolate de 85% de cacao proveniente de Chazuta.

"Siempre, desde niños, hemos escuchado que el Perú se caracteriza por ser un país exportador de materias primas. Esa es una frase que siempre la recordamos y también el motivo principal por el cual hemos apostado por elaborar productos naturales de calidad, dándole un valor agregado, ya sea en la producción de nuestro cacao o de nuestro chocolate". El Perú es uno de los principales productores de cacao fino del mundo, 3er puesto en la producción de dicho cacao y el 2do de cacao orgánico. A pesar de ser un país productor de cacao, que tiene la ventaja competitiva de poseer la Amazonía, la cual es la cuna del cacao, no tenemos costumbre de consumir el cacao o su principal derivado que es el chocolate. El consumo promedio per cápita del peruano es solo de 0.5kg de chocolate al año: el país sudamericano que más consume es Chile con 1.8kg por persona y, en el nivel mundial, Alemania con 11kg por persona al año. Para nosotros, un chocolate de verdad es el que tiene altos contenidos de cacao.

En nuestro país, hay poca información del mundo que está detrás de una barra de chocolate y, en el Perú, poseemos cacao de la más alta calidad. Es por este motivo que nos esforzamos en transmitir, a través de nuestras redes sociales, todos los procesos involucrados en la cadena de elaboración de chocolate, desde la plantación hasta el producto terminado.

Nuestros chocolates se encuentran orientados al mercado local y de exportación; sobre todo, al consumidor que aprecia un chocolate de calidad con sabores únicos, los cuales provienen del mismo cacao y no de inclusiones que distorsionan el sabor original.

Nuestras metas para el 2018 son obtener la certificación orgánica de nuestra plantación e ingresar a nuevos mercados, sobre todo al europeo, al alemán y al norteamericano, donde ya se tiene una cultura de consumo de chocolates bean-to-bar."

Para mayor información visite nuestras páginas web:

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