"Lima Orquídeas": orquídeas producidas en la ciudad de Lima
Martha Bauer es exalumna de la promoción 1981 y autodidacta en el cultivo de las orquídeas. Lo que empezó como un hobby allá por el año 1996, terminó convirtiéndose en su pasión y negocio. Durante los años que cultivó como aficionada aprendió que, en el Perú, el mercado de orquídeas seguía siendo en su gran mayoría ilegal, ya que las especies peruanas que se vendían se colectaban de la selva sin permiso.
Si a ello se agrega la destrucción de su hábitat, gracias a la costumbre de deforestar montañas enteras en la selva para producir pasto para el ganado, descubrió que, tristemente, ya cientos de especies habían desaparecido. Preocupada por la conservación de las especies peruanas, ya que había caído bajo el hechizo de las orquídeas, Martha decide montar un vivero en Lima y mandar a producir en laboratorio orquídeas para su comercialización. Para ello, debió probar que las orquídeas, gracias a un cultivo eficiente y específico, pueden crecer y florecer sin ningún problema en la costa, la cual, supuestamente, no es su hábitat natural, sino la selva.
"Somos pocos los que producimos orquídeas en Perú, no llegamos ni a cinco empresas. La mayoría prefiere importar las plantas del exterior; sobre todo, de Holanda y hacerlas crecer en la selva. Tengo una clara ventaja con mi competencia, mis plantas están totalmente aclimatadas a Lima, así es que, con el cuidado debido, florecen todos los años. Este es un negocio a largo plazo, ya que desde que uno cruza un par de plantas madre hasta que tienes plantas en flor listas para la venta pasan 3 o 4 años. Esto desanima a los pocos emprendedores que quieren arriesgarse. Es una pena porque somos considerados uno de los países de mayor diversidad de especies del mundo, contamos con más de 3000 variedades. Podríamos estar exportando rarezas producidas en laboratorio a los mayores coleccionistas de hoy en día como son alemanes y japoneses. Y no hablo solamente de orquídeas, tenemos cientos de especies de "cactus", "suculentas" o "tillandsias". Todas están de moda en los mercados europeo y estaunidense, pero acá nadie les da el más mínimo valor. La floricultura, en general, en el Perú, está en pañales. Le dicen la "Cenicienta del agro". Ecuador y Colombia tienen menos variedades de flores que nosotros y exportan muchísimo más."
Observando el mercado limeño, Martha decide cultivar, para empezar, tres tipos de orquídeas: Phalaenopsis, Dendrobium y Epidendrum. Las dos primeras son asiáticas y la tercera es americana. La Phalaenopsis es la planta que más se vende por ser una orquídea que crece y florece muy rápido, (al tercer año), es muy fácil de cultivar y se desarrolla bien en el interior de una casa. El principal problema que encontró es que las orquídeas al ser estacionales no florecen todo el año sino solamente en determinados meses. "Las plantas sin flores no se venden, el atractivo de las orquídeas está en sus flores las cuales suelen ser espectaculares y durar varios meses. Este año estoy visitando viveros en Holanda para ver cómo lograr que florezcan todo el año. En Holanda el mercado de Phalaenopsis mueve más de 400 millones de euros al año. Esto se lo ha logrado gracias a que estudiaron el comportamiento de las plantas y descubrieron que las Phalaenopsis activan la vara floral con luz y frío. Claro que invierten en unos viveros climatizados súper tecnificados para recrear exactamente el clima que necesitan. También me interesa ver el empacado de las plantas ya que al ser las flores frágiles pueden romperse con facilidad. La idea es poder mandarlas a todo el Perú y que lleguen intactas. El mercado fuera de Lima está casi virgen."
El agua de Lima también es un problema ya que contiene demasiada sal. Las orquídeas no aguantan el exceso de esta. Una planta de osmosis inversa resolvió el problema en el vivero pero no así en los consumidores finales. "A mis clientes, les doy un manual de cultivo para que sepan qué hacer con el exceso de sal. Además, mantengo siempre la comunicación abierta con ellos para cualquier duda que quieran resolver a través de la página de Facebook de Lima Orquídeas. Para este negocio es de vital importancia que la orquídea que se vende vuelva a florecer al año siguiente. Si no, las personas se desaniman, la consideran una planta difícil y no la compran más."
Desde hace cuatro años cuando empezó el vivero, Lima Orquídeas manda a hacer "in vitro" todos los años, cierta cantidad de plantas a diferentes laboratorios. El año pasado florecieron por primera vez y se vendieron más de 2000 plantas; este año, ya tienen 4500 listas para florecer y esperan que para el próximo 2019 sean 10,000. "Mi mercado es Lima, es un mercado que está cubierto solo al 10%. Las orquídeas eran consideradas plantas difíciles de cultivar y muy caras; pero, gracias a la competencia, los precios son cada vez más bajos y entre varios cultivadores decidimos hacer una campaña fuerte sobre cómo cultivarlas para que se les pierda el miedo. Educar va rindiendo sus frutos, ya que cada año hay más personas interesadas en comprarlas. Muchos desechaban las plantas cuando caían las flores pensando que habían terminado su ciclo de vida. Ahora saben que las plantas viven más de 20 años. Al menos tengo varias en mi colección que así lo demuestran."
Epidendrum, una variedad de orquídea que es de exterior para terraza, balcón o jardín. Se mantiene hasta 6 meses en flor. Es muy resistente.
La meta de este 2018 es montar su propio laboratorio para empezar a producir especies peruanas "in vitro". "Empecé el negocio produciendo híbridos asiáticos ya que son las plantas que producen flores más rápido y las que, además, duran 6 meses en flor. Son las que van a sustentar mi sueño de repoblar algunos montes en la selva con especies peruanas casi extintas y así poder observarlas en su hábitat natural. El Hotel Inkaterra, por ejemplo, que está en Aguas Calientes, Cusco, ya tiene una gran afluencia de turistas que además de preferir sus instalaciones hoteleras, que son hermosas, pueden disfrutar de un paseo en la montaña para ver las orquídeas nativas que han sembrado. En el turismo mundial, después de los observadores de aves, vienen los observadores de orquídeas. Cuando a uno le entra el amor por ellas se vuelve una obsesión. Siempre quieres más plantas para tu colección."
El vivero se encuentra en Lurín y pueden coordinar visitarlo con Martha a través de la página de Facebook de Lima Orquídeas o a través de la web www.limaorquideas.com