Los humboldtianos somos una gran familia
Al terminar el Abitur en noviembre de 2017 estaba claro para mí que estudiaría en Alemania. Por supuesto, era más fácil decirlo que hacerlo. En aquel entonces no estaba consciente de los agotadores preparativos y ni de los costos que implicaba mi sueño. ¡Increíblemente caro para mí porque mi familia dispone de recursos financieros limitados y querer estudiar en Europa parecía impagable.
Pensé en lo que me gustaría estudiar, por ejemplo, protección del medio ambiente, pero ¿dónde? Debía encontrar la manera de financiar mi estadía y había solicitado una beca a una fundación. Pero, la posibilidad de que no me eligieran era real.
Un día, como caído el cielo, recibí un correo electrónico de la Sra. Hein, coordinadora de los exalumnos, en la que me informaba sobre el programa de apoyo "Alumni hilft Alumni". Gracias a la generosa donación de los exalumnos Pedro y Erika Huerta, el programa podría apoyar financieramente a un exalumno del Abitur o Fachabitur en la forma de un préstamo sin intereses. A más tardar tres años después de la graduación, el monto del préstamo tendría que ser reembolsado para que el programa pueda ayudar a otros egresados.
Como tenía buenos promedios en el Abitur y razones convincentes de la necesidad de los fondos para los estudios, pensé que me podrían considerar en la terna. Me solicitaron escribir una carta con mis motivos y entregar cartas de recomendación de dos de mis compañeros y de dos profesores, para que el comité de selección pudiera tener una impresión completa sobre mi persona.
Por unos días estuve muy nerviosa y preocupada, pues el resultado afectaría mi futuro. Debo considerar que fue un alivio poder enviar mis documentos directamente al colegio en lugar de enviarlos al otro lado del Atlántico por correo, lo que suele ser el caso para solicitar becas alemanas. Finalmente recibí la buena noticia: ¡Fui seleccionada como la beneficiaria de "Alumni hilft Alumni"! Mis esfuerzos de los últimos cinco años fueron recompensados. Mi sueño se hará realidad, porque estudiaré en Alemania. No puedo agradecer lo suficiente a los señores Erika y Pedro Huerta por esta extraordinaria oportunidad y soy consciente de que tengo una gran responsabilidad sobre mis hombros. Prometo no defraudar las expectativas. No hay duda de que la sensibilidad de la familia Huerta para apoyar a alumnos con recursos financieros limitados es una iniciativa pionera. Por esta razón, espero que esta iniciativa continúe promoviéndose en el futuro. Otras donaciones darán a otros estudiantes calificados del Humboldt la oportunidad de ir a Alemania para obtener la mejor formación profesional posible.
Me gusta mucho la idea de que los humboldtianos formamos una gran familia, cuyos miembros nos apoyamos. Espero que más exalumnos sigan con las donaciones, porque este programa ¡Vale la pena!
Alexa Torres Boggio