Que significó para mí el premio Andreas Schultze-Rohnhof

Karina Zubiaga Rivera

Cuando me pidieron que escribiera sobre lo que significó para mí el premio Andreas Schultze-Rohnhof me pregunté si todo lo que nos sucede en la vida, directa o indirectamente, condiciona nuestro camino. Poco antes de acabar el colegio, yo había pensado estudiar ingeniería en la UNI. Aunque mi deseo fue estudiar en la Pontificia Universidad Católica del Perú, mi familia no contaba con medios económicos para hacerlo. Sin embargo, al recibir el premio pude acceder a la universidad donde deseaba estudiar. Fue un apoyo económico importante que alentó a mi madre a realizar un esfuerzo por costearme la carrera en una universidad privada. Así fue como comencé a estudiar con mucha ilusión; la motivación que tuve en estos primeros años aportó y forjó mi carrera profesional de ingeniería.

Siempre tuve predisposición para entender las ciencias exactas. Por eso elegí la carrera de ingeniería industrial. Sin embargo, sentía también un gran interés por las ciencias sociales. En la PUCP tuve la oportunidad de conocer personas de las ciencias sociales y asistir a algunas clases libres, como oyente, y eso me permitió tener una formación más amplia.

Karina Zubiaga Rivera

Al acabar los estudios sabía que no iba a dedicarme únicamente al ámbito científico sino también al social. Por este motivo trabajé y ahorré para realizar un posgrado en el extranjero que me permitiera un mayor desarrollo profesional.

Actualmente trabajo en una ONG que lucha por los derechos de las personas refugiadas e inmigrantes en el Estado Español y me siento muy satisfecha de poder contribuir a una causa tan importante y muchas veces olvidada o ignorada.

Creo que la persona que soy ahora es el resultado de las muchas experiencias de mi vida; algunas de las cuales me las dio la universidad en los primeros años de mi juventud. Por eso, agradezco a la familia de Andreas Schultze-Rohnhof por la oportunidad que me dio y por haberlos encontrado en mi camino.

Karina Zubiaga Rivera, prom 1993

Im Norden, im Süden, wo es nur immer ist,
vergiss nie, dass du ein Humboldtschüler bist.