Beatriz Schippner y José Carlos Ramírez

Beatriz Schippner y José Carlos Ramírez

A Beatriz Schippner y José Carlos Ramírez la vida los juntó no solo por integrar la promoción XXIII. Al finalizar el colegio en 1987, Beatriz decide ir a Alemania para hacer el Studienkolleg; mientras que Joe hacía el bachillerato alemán en Lima. Al año siguiente se va a Bühlertal -un pueblito alemán donde no había ningún otro exalumno del Humboldt, pero donde vivía su familia anfitriona que lo hospedó durante el viaje de intercambio organizado por el colegio- para estudiar Maschinenbau y decide tomar contacto con sus compañeros de clase que estaban en Alemania para visitarlos. Bea se encontraba estudiando Literatur-, Sprachwissenschaften und Philologie en Heidelberg. Y así empezó un contacto más cercano y frecuente. Se veían y viajaban por Alemania y Europa en grupo. Estando de vacaciones en Perú, Bea y Joe se vieron una vez a solas y “el fuego se prendió”. Pero, así como la pasaban de maravilla también se peleaban y prefirieron dejar los momentos intensos para seguir siendo buenos amigos.

Beatriz regresa al Perú en cuanto finaliza sus estudios, mientras que Joe se queda un tiempo más en Alemania. Bea se enfoca completamente en su vida profesional y comienza a trabajar en la Universidad Católica y en el Banco Mundial; luego de cumplir una pasantía profesional en la sede, Washington DC, regresa al Perú en el año 2005.

Mientras tanto, Joe también regresa al Perú y trabaja en el Grupo Ferreyros por seis años. Nos cuenta que fue exalumno quien le hizo la entrevista, ¡qué pequeño que es el mundo! Pero, él sentía que algo le faltaba. En esa búsqueda se tomó un año sabático para explorar y viajar. Aprendió a vivir diferente, fuera del esquema tradicional en el que nos ubicamos normalmente. “El trabajo no te deja ver lo que pasa fuera del sistema. No es tan sencillo soltar todo y dejar que fluya, aunque así lo parezca. “Su búsqueda personal del bienestar y la salud continuaron y la encontró en la meditación. Fue una opción importante y la tomó como un desafío personal. Exploró ese mundo con especialistas, tanto en el Perú como en otros países, y a partir del 2017 se dedica a enseñar y fomentar las técnicas de respiración. Lo pueden encontrar en facebook con un nombre muy humbolitano Atme Respiración Consciente.

En Lima se volvieron a encontrar y como donde hubo fuego, cenizas quedaron. Cuando sucedió el terremoto en Pisco y Lima se movió fuerte, el primer pensamiento de Joe fue ir de inmediato a casa de Bea para saber si se encontraba bien. Se frecuentan, comparten la afición por la playa y los viajes espontáneos a lugares tanto en el Perú como afuera. Las aventuras eran parte de su complicidad. Un día, Joe estaba corriendo olas y ve a un grupo de delfines relativamente cerca. Uno de ellos se aparta del grupo y nada hacia él, se sumerge debajo de su tabla, se voltea y le muestra su panza como queriendo decirle algo. Unos días después Bea le anuncia que Pascal estaba en camino.

Al cumplir ambos 37 años, deciden vivir juntos. En Medellín hicieron un ritual de unión. Mientras tanto, llegó Pascal y luego Noelle a sus vidas. El lazo con el Humboldt continua ahora con sus hijos. Bea trabaja actualmente para el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en un proyecto que promueve la producción sostenible de commodities, como café y cacao, en las Regiones de Huánuco y Ucayali.

¡Gracias Beatriz y José Carlos por compartir su historia con nosotros!

Im Norden, im Süden, wo es nur immer ist,
vergiss nie, dass du ein Humboldtschüler bist.