Del ingreso lateral a investigador científico

Jairo Inga

Cursaba el 5º año de primaria en la Gran Unidad Escolar Ricardo Palma durante el año 1972 y nuestro profesor Manuel Zúñiga nos preparó para las pruebas para ganar una beca de estudios y continuar nuestra educación secundaria en el colegio peruano-alemán Alexander von Humboldt. No conocía mucho del colegio, pero sabía que esta era mi oportunidad para alcanzar una mejor educación. Siendo el mayor de 5 hermanos, tuve el soporte de mis padres e ingresé al I de secundaria en el grupo de 30 estudiantes becados. Contaba solo con doce años.

En los tres años de secundaria, me integré a una nueva cultura, aprendiendo y profundizando en el alemán, y participé en un intercambio estudiantil para viajar a Alemania por cuatro meses en 1976. Ese mismo año, nos integraron con el grupo de estudiantes que se conocían desde el Kindergarten donde compartimos clases al empezar la ESEP (Escuela Superior De Educación Profesional) Ernst Wilhelm Middendorf. Aprobé el examen de alemán (Deutsches Sprachdiplom) en 1978 y decidí seguir la carrera de Técnicas de Laboratorio con especialidad en Química, de la que me gradué en 1979. Mis objetivos eran seguir aprendiendo más de las ciencias por lo que ingresé a la Universidad Católica en 1980 en la carrera de Química dado que el gobierno alemán, a través de la GTZ, brindó ayuda técnica, equipamiento y profesores visitantes de Alemania para el desarrollo de la carrera.

Al terminar la Universidad Católica, trabajé unos años en Lima en el instituto tecnológico Tecsup, donde llegué a ser jefe de la carrera de Química y Metalurgia de 1988 a 1991. Debido a la inestabilidad económica a comienzos de los noventa, decidí con mi esposa emigrar con una beca para estudiar el doctorado en Química en la Universidad de Nuevo México en Albuquerque, EE.UU., donde me gradué en 1996. Hice un postdoctorado en el laboratorio de Lawrence Berkeley en California e ingresé a trabajar a Alcoa, compañía de aluminio, como investigador científico en 1998. Gracias a mi educación en Química, he viajado múltiples veces a plantas de aluminio en EE.UU., Canadá, Australia, Italia, España, Islandia, Noruega y Arabia Saudita. Me retiré después de 24 años de trabajar para Alcoa en el 2022 y ahora tengo una consultoría en mediciones ambientales siempre para plantas de aluminio en todo el mundo.

Recuerdo con mucho cariño mis comienzos en el colegio Humboldt, a nuestros primeros profesores alemanes y peruanos, especialmente, a nuestro profesor de Matemática, Erich Witte, con el que supimos cómo se generó la idea de becar a otros estudiantes de menos recursos económicos. Todos ellos nos abrieron las puertas a una educación preferencial y, sobre todo, nos alentaron a adquirir disciplina de estudio, aprender el alemán, el inglés y a hacer amigos para toda la vida. Quiero expresar mi gratitud y, sobre todo, mi agradecimiento por la oportunidad que nos brindaron en un gran colegio que nos proporcionó la base para seguir creciendo y, en mi caso, desarrollarme profesionalmente.

Luis Espinoza Nava
Exalumno

Im Norden, im Süden, wo es nur immer ist,
vergiss nie, dass du ein Humboldtschüler bist.