Dakar 2013

Los humboldtianos estuvimos muy atentos al Dakar 2013 porque Erick Meier von Schierenbeck, de la promoción 1981, participó como piloto en la categoría moto KTM 450 Exc.

Fue difícil tomar la decisión de participar. Y una vez hecha, no fue posible dar vuelta atrás. Habría sido como traicionar mis principios deportivos y de vida.

Luego inicié el proceso parar lograr que mi candidatura fuera aceptada. Tuve que hacer una presentación de mis cualidades deportivas y de mis motivaciones para esta competencia.

El apoyo lo tuve gracias a Carlo Vellutino, un amigo que viene participando en las últimas 4 ediciones del Dakar, y quien asumió el compromiso de guiarme a través del proceso. Y, a Felipe Medina, otro gran amigo, quien entrenó conmigo todo el año y me acompañó a lo largo de la ruta, saltando de felicidad de ver cómo iba cumpliendo este sueño.

Mis antecedentes deportivos jugaron un papel importante. En mi juventud participé en campeonatos nacionales de remo y en eventos de media maratón; además de las carreras locales de enduro y motocross. Fue fundamental para que me acepten como participante lo que realizo en mi trabajo diario desde hace 16 años en Sodexo, enfrentándome a situaciones límites en lugares remotos y bajo condiciones extremas.

Cuando me preguntaron sobre la competencia, siempre respondía ¡un día a la vez! Primero hay que partir… Tremendo logro es partir cada fecha y hacerlo provoca una abrumadora sensación. Durante el Dakar logré llegar hasta la 5ta etapa, donde tuve un desperfecto mecánico que no me fue posible resolver por más de 5 horas.

Muy bien. Pude verme cada día frente a la incertidumbre de lo desconocido, tuve que aceptar que no había forma de continuar en carrera; pude comprobar mi paz interior al aceptar esta situación. También me divertí mucho.

El Dakar no es solo una carrera, sino un reto personal durante 24 horas, cada día. Uno debe estar en alerta y siempre listo para enfrentar los cambios propios inherentes al evento.

Por ejemplo, un día te dicen que la etapa será difícil porque tiene dunas. Luego dicen que será difícil porque vienen las piedras y después que las pasas, siempre viene otra parte más difícil. El terreno cambia, la temperatura cambia, estás solo durante muchas horas, dudas y temes por ni saber dónde estás, pero igual sigues, te caes y te vuelves a levantar y te vuelves a caer y así sigues. Y cuando llegas al final de la etapa recibes el roadbook de la siguiente etapa y así cada día.

Tomando en consideración ciertas aptitudes de manejo promedio, todos los participantes podrían decir lo que se requiere. En el plano personal, apoyo de tu familia al 100 %; sin esto es imposible y es lo que te sostiene en este proyecto. Un compromiso real; tener convicción y ser consciente del riesgo para no dudar. Paz mental y saber conversar con uno mismo.

En el plano técnico, es un programa de nutrición y un entrenamiento físico riguroso y metódico, 20% es contar con un soporte logístico profesional, 20% es la moto (no existen los inventos ni las formulas mágicas ni el ahorro), 10% son aptitudes de manejo.

En el plano económico, tener los auspicios necesarios para solventar el proyecto.

Mi siguiente meta es participar en el DAKAR 2014. Nuevamente estoy entrenando, con el despertador sonando a las 4:30 am y muy entusiasmado.

Mi otra meta es poder compartir la experiencia de terminar la carrera. Transmitir a mis colaboradores, a mi familia y tantos peruanos (que no sé sus nombres y que vi en el camino, que se acercaban para tomarse una foto conmigo, que sabían mi nombre) que la humildad es la plataforma vital para el éxito.

Compartir con los que me siguen que la planificación y el orden te llevan al éxito.

Compartir que, independientemente de la situación en la que te encuentres, lo importante es creer en uno mismo y seguir adelante.

Es una pregunta que me han hecho muchas veces. Más que combinar una cosa con otra, asumo las dos como una sola. Mi trabajo es como un Dakar, es decir cada día suceden cosas, las hago con el mejor ánimo, me equivoco, encuentro solución y sigo. En mi día de trabajo tengo responsabilidades y objetivos que hay que cumplir tal como si fueran un especial o la preparación del vehículo. Y al igual armo mi día en forma ordenada y planificada.

Aprendes a trabajar mientras haces deporte, mientras corres y montas bicicleta piensas, armo mi día, analizo el día anterior, programo el día que viene, hago juegos mentales sobre el trabajo, llego a la oficina y avanzo.

Hoy es ya una rutina, entrenar mi mente y mi cuerpo para que no existan por separado sino sean una unidad.

Lo mismo que le digo a mi hija Maria Pia, hoy alumna del colegio, a mis colaboradores en el trabajo, a mis amigos, y también a los que no son mis amigos.

Cada cosa que hagamos debemos hacerla con convicción, pasión y diversión. No existen los imposibles sino más bien existen los temores para atreverse.

Creo que la formación del carácter tiene su base en el colegio y es este carácter que te da la convicción natural de asumir retos y de un ¡SÍ SE PUEDE, SÍ PUEDO!

En cada instante uno tiene que tener claro que la única persona contra quien se compite es uno mismo. Esta expresión la he adoptado luego de leer un libro de Haruki Murakami.

¡Muchas gracias Erick! ¡Te veremos en el 2014!

Im Norden, im Süden, wo es nur immer ist,
vergiss nie, dass du ein Humboldtschüler bist.