Generalmente, destacamos los logros deportivos y musicales de nuestros alumnos; sin embargo, existen muchas otras actividades que merecen ser mencionadas.

En esta ocasión, queremos presentarles a José Sebastián Abanto Pérez, un estudiante que, a pesar de estar preparándose para el Abitur, también se desempeña como bombero. Su gran espíritu solidario lo llevó a postular, a los 16 años de edad, a la Compañía General de Bomberos del Perú en 2023. José logró ingresar como aspirante a la Estación de Bomberos Santiago Apóstol 134, ubicada en Surco, después de casi mes y medio de evaluaciones. Desde entonces, ha iniciado su instrucción y participa activamente en las guardias mensuales.

Felicitamos a José por su dedicación y voluntariado en favor de su comunidad.

Hola, soy Sebastián Abanto Pérez y soy alumno de Abitur. Les voy a compartir mi vivencia como aspirante al Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP). Desde muy pequeño, siempre me interesó ayudar y proteger a las personas de forma que se fue desarrollando en mí un espíritu de vocación de servicio. Es así que, a principios del 2023, decidí postular a la compañía de bomberos “Santiago Apóstol” n°134 de Surco.

El proceso de admisión no fue fácil; es necesario aprobar los cuatro exámenes que el Estado peruano dictamina y que son cancelatorios: conocimiento, psicológico, físico y una entrevista con el jefe de la estación. Fue en el mes de junio, mediante una resolución gubernamental, cuando ingresé al cuerpo de bomberos y podía empezar a ejercer como aspirante luego de iniciar una etapa rigurosa de preparación e instrucción los martes, jueves y domingos de 8 pm a 11 pm, además de sumar 60 horas de servicio mensual. Igualmente, dada mi situación como menor de edad, tengo que esperar a cumplir 18 años y culminar mi ESBAS (ESCUELA BÁSICA) para poder obtener el título de “seccionario”.

Durante todo este tiempo, he aprendido muchas cosas: desde cómo equiparme con el traje de bombero hasta reanimar a una persona. No obstante, mi primera experiencia más memorable llena de adrenalina fue la simulación de emergencia real de rescate a una persona desde un tercer piso que se incendiaba en la que aplicamos todos nuestros conocimientos obtenidos hasta ese momento. Sonó la alarma, simulamos la llegada a la escena y el procedimiento a seguir: desde asegurar el ambiente, hacer el sistema de cuerdas y rescatar al actor. La sensación que se experimenta es inexplicable, llena de tensión y urgencia de salvar a la persona. El sentir que uno se está preparando para salvar vidas en un futuro nos llena el corazón de mucha emoción y compromiso.

He aprendido que ser bombero no solo se trata de apagar incendios, sino de estar preparado para cualquier emergencia y apoyar a la comunidad en momentos de crisis. Los desafíos son constantes, pero el apoyo de las personas que te rodean y su agradecimiento nos motivan para seguir adelante y brindar el mejor servicio posible, ya que cada intervención es una oportunidad para marcar una diferencia significativa en la vida de alguien.

Por último, mi visión para el futuro es seguir creciendo en esta profesión, aprender nuevas técnicas y, eventualmente, ayudar a entrenar a la próxima generación de bomberos. Cada día me esfuerzo por ser mejor y estar preparado para servir a mi comunidad con valentía y dedicación. Ayudar al prójimo no es solo una parte del trabajo, sino una parte esencial de quién soy y de por qué elegí este camino que irá de la mano con mi desarrollo profesional que estoy decidiendo actualmente. Ante cualquier emergencia, hay que comunicarse al 116, ya que siempre estaremos prestos en ayudarlos.

Sebastián Abanto Pérez
12.2