Una experiencia que transforma y hace crecer

En el artículo del anuario 2024, informamos con entusiasmo sobre la nueva cooperación entre nuestro colegio y la instancia educativa del Estado Federal de Renania del Norte-Westfalia (NRW), en Alemania. Relatamos, entonces, la alegría de haber recibido a 24 alumnos alemanes en nuestra institución, quienes vivieron entre nosotros durante octubre y diciembre de 2024. Como parte de este valioso intercambio recíproco, nuestros estudiantes tendrían la oportunidad de ser recibidos por sus familias anfitrionas alemanas en enero y febrero de 2025.

El gran día finalmente llegó. El 9 de enero de 2025, los 25 alumnos del Nivel de Mayores seleccionados para esta vivencia, acompañados por la profesora Rosa María Haentsche, se reunieron en el aeropuerto Jorge Chávez. Llenos de ilusión, nervios y gran expectativa, todos vestían el distintivo polo turquesa del intercambio. Lo que los esperaba constituía mucho más que un simple viaje: sería una verdadera travesía de crecimiento, madurez y responsabilidad.

Durante siete semanas, nuestros estudiantes se integraron a la vida cotidiana de sus familias anfitrionas en distintas localidades de Renania del Norte. Esto implicó adaptarse a nuevas rutinas, horarios, reglas y dinámicas familiares. Asistieron al colegio diariamente, compartieron clases con sus pares alemanes y enfrentaron el reto de comunicarse en una lengua extranjera en contextos reales y cotidianos. Este desafío los obligó a salir de su “zona de confort” y a confiar en sí mismos, de manera que desarrollaron así una mayor autonomía.

Uno de los aspectos más enriquecedores de esta experiencia fue el contacto directo con la cultura alemana. Nuestros alumnos no solo mejoraron notablemente su competencia lingüística en alemán, sino que vivieron en carne propia las tradiciones, costumbres y celebraciones propias de la región. Disfrutaron de los famosos pasteles (Kuchen), chocolates y comidas típicas, participaron en actividades invernales como caminatas por el bosque y juegos en la nieve, y hasta viajaron a otras ciudades cercanas: descubrieron con asombro lo accesible que resulta desplazarse entre ciudades e inclusive países en Europa.

El intercambio con Alemania representó una oportunidad para crecer como personas. Vivir lejos de casa, asumir compromisos, organizar sus días, responder a expectativas de una familia extranjera, y manejar situaciones imprevistas en otro idioma; les exigió madurez, empatía, flexibilidad y responsabilidad. Muchos alumnos aprendieron a valorar aún más su hogar, sus vínculos familiares y sus propias raíces culturales, mientras que desarrollaron una mente más abierta y una mirada más global.

Por otro lado, la convivencia con sus anfitriones alemanes y con los compañeros peruanos que vivieron experiencias similares permitió fortalecer lazos de amistad intercultural que, confiamos, perdurarán en el tiempo. Este intercambio representa, sin duda, una de las experiencias más significativas que puede ofrecer una formación escolar bicultural. No solo enriquece el aprendizaje de alemán, sino que cultiva habilidades vitales para el mundo actual: la independencia, el respeto por la diversidad, la resiliencia y la capacidad de comunicarse con empatía en contextos multiculturales.

Desde el colegio, agradecemos profundamente a las familias alemanas anfitrionas, a las instituciones educativas de NRW y a todos los que hicieron posible esta inolvidable experiencia. A nuestros alumnos, los felicitamos por su disposición y espíritu de aventura. A los padres de familia, les agradecemos por confiar en este proyecto y por fomentar en sus hijos el deseo de explorar, aprender y crecer. Este intercambio no terminó con el vuelo de regreso. Lo vivido en Alemania ya forma parte de quienes participaron y su competencia multicultural se ha fortalecido.

¡Confiamos en que los lazos de amistad logrados perduren y se fortalezcan!

Gizela Landa
Directora Peruana
Responsable del Intercambio Estudiantil con Alemania