Intercambio NRW
Descubrir la cultura, el orden y las tradiciones alemanas
Desde que supe que mi colegio ofrecía intercambios estudiantiles, sentí curiosidad por vivir algo así. Tuvimos algunas reuniones informativas para conocer las opciones disponibles y, aunque las dos sonaban interesantes, hubo una que me llamó especialmente la atención: el intercambio a Nordrhein Westfalen. No lo dudé y decidí postular.
Después de mandar mi información, me emparejaron con una muchacha alemana. Tuvimos reuniones de preparación organizadas por el programa de intercambio donde nos conocimos con los demás estudiantes peruanos que viajaríamos. Poco a poco, fuimos generando un lindo grupo.
Cuando “mi alemana” llegó a Lima, hicimos click desde el primer momento. Nos llevamos increíble; teníamos muchísimo en común y, en poco tiempo, se convirtió en una gran amiga. Durante su estancia, realizamos varios paseos con otras familias del intercambio, lo cual hizo que todos se integraran muy bien. Fueron dos meses muy bonitos en los que compartimos nuestra cultura y vida cotidiana con nuestros visitantes.
Luego llegó el momento de su regreso a Alemania y, pocas semanas después, el 9 de enero, nosotros tomamos el avión rumbo a Düsseldorf. Al llegar, nuestras familias alemanas nos recogieron con los brazos abiertos. Aunque no todos íbamos al mismo colegio, vivíamos relativamente cerca, en distintas ciudades de Nordrhein Westfalen. Esto nos permitió conocer más gente local y, de vez en cuando, reunirnos en distintas ciudades para encontrarnos entre los miembros del intercambio.
Durante los dos meses que estuvimos allá, asistimos al colegio; convivimos con nuestras familias anfitrionas y aprendimos muchísimo sobre la vida en Alemania. Me encantó descubrir su cultura, su orden, sus tradiciones… y también lo diferente que puede ser el día a día. En mi caso, además, tuve la suerte de poder viajar a otros países de Europa durante dos fines de semana, lo que hizo la experiencia aún más completa.
Este intercambio no solo me permitió mejorar mi alemán y conocer otro estilo de vida, sino que también me regaló amistades valiosas y recuerdos que me voy a conservar para siempre. Sin duda, fue una de las mejores decisiones que he tomado.
Anneliese Waidelich, V.2