El año 2020 nos trajo situaciones que nunca pensamos vivir, así como retos y oportunidades muy grandes. Comenzamos ensayando la obra de teatro pro fondos para el viaje y fiesta de prom y cuando todo ya estaba prácticamente listo, el COVID-19 llegó y con este también la suspensión de todas nuestras actividades, incluyendo el ansiado viaje de prom. Las clases se volvieron virtuales y nadie sabía con certeza qué pasaría hasta fin de año. Así transcurrieron los meses y para noviembre ya sabíamos que no tendríamos una graduación normal y mucho menos una fiesta o viaje de prom. Aunque en un principio se organizó una graduación presencial por clases, esta se canceló nuevamente por el COVID-19.  Sabemos que se trató de hacer lo mejor en la medida de lo posible y, finalmente, después de muchos altibajos y coordinaciones, se logró una entrega personal de libretas en uno de los patios del Humboldt II. Realmente fue lo mejor que la situación permitió. Muchos logramos encontrarnos con algunos compañeros a la salida de las entregas.

Además de esto, también tuvimos una ceremonia virtual. A pesar de que todos entramos a un zoom separados de nuestras familias, no hubo ninguna interacción con nosotros. Algunos incluso estaban vestidos para la ocasión. Sin embargo, el evento no se centró en la presencia de los alumnos en el zoom, por lo que no entendimos el porqué de esta separación. Imaginamos que tanto para el colegio como para nosotros estos eventos virtuales fueron nuevos y estamos seguros de que se trató de hacer lo mejor que se pudo.

A pesar de todo lo mencionado, nuestra Prom LVI logró graduarse exitosamente en medio de la pandemia, con distanciamiento social y de manera virtual.

Nicolas Riveron